Incluye:

• Limpieza física interna y externa: Eliminación de polvo y suciedad que afectan el rendimiento.
• Cambio de pasta térmica en el procesador para evitar sobrecalentamiento.
• Revisión y ajuste de componentes internos.
• Diagnóstico completo del hardware.
• Limpieza de software: Eliminación de archivos temporales y programas innecesarios.
• Actualización de controladores y sistemas operativos (si es necesario).

Beneficios:

• Evita problemas de sobrecalentamiento y fallos.
• Mejora el rendimiento general de tu equipo.
• Detecta posibles fallas antes de que se conviertan en problemas graves.

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